viernes, 30 de enero de 2009

Cuentas de Navidad (3)


15 Con la alegría en el cuerpo porque por fín he conseguido colocar en la puerta el marcador de visitas, me dispongo a cumplir con la otra parte de mi obligación, cual es lllevar a cabo las ordenes del jefe…

CUENTAS DE NAVIDAD (3)
.../...Viene de Cuentas de Navidad (2)
¡Y un jamón con chorreras! Menuda paciencia le tengo yo que echar a la cosa, horas y horas de un lado para otro propiciando todo tipo de encontronazos, a ver si hay suerte y el numerito recién adquirido no da tiempo de guardarlo y cae al suelo.
Tiene unos ojos que parecen dos lagos con la luna reflejada. ¡Y con que garbo despacha los pimientos! Yo sé que es madre de un niño, porque uno también tiene oídos, pero también sé que anda sin marido, porque uno tiene pesqui, ahora bien, el hermano – el camionero – está cuadrado, así que tengo que andar con más tiento que apañando décimos, pero el dinero puede con todo, y si en lugar de tener yo esta pinta de no haber roto un plato, me engomino el pelo y tiro de las alhajas, la morena me despacha a mi el primero, por mucha cola que haya en la frutería, que uno ya tiene mucho mundo visto y peina canas entre otras cosas.
El número, que hay quien no quiere verlo, hasta mañana cuando los niños de San Ildefonso se estén tomando el bocata, lo voy a desgastar de tanto mirarlo. Dicen que trae mala suerte, aunque bien pensado lo de la mala suerte es una enorme tontería, porque a ver: dicen que la lotería regalada no toca, ¡anda que no! ¿Y todas las veces que he trincado algo – nunca demasiado, eso si – sin haber pasado por taquilla ni una sola vez? Este billete ha hecho demasiados malabarismos para caer en mis manos, y ese dos, ese cero, ese cero –otra vez- y ese cinco están tan bien puestos, que parece mentira que pueda salir otro número.
Mañana seré yo quien rompa la botella de champán en la puerta de la administración de lotería ¡seguro! Eso si, iré cuando haya pasado la bulla, no vaya a ser que por mo del demonio, al barbudo le dé por relacionar las cosas, y vaya con el cuento a la Policía, ésta analice el video de la televisión, el de la caja de seguridad del banco de la esquina, y el del vecino que en ese momento ¡también es mala leche! grababa el paso de la hibernación de las ánades camino de Doñana, pero que le ocurrió tomar una muestra aleatoria, de lo que estaba pasando en la calle, en ese momento tan crucial para los pájaros. La Policía - que para eso le pagan -, encaje el asunto y se queda la morena con los pimientos, y mi casera sin el sustento mensual que le proporciona este desgraciado, porque a mí, que me den por el culo, que para eso soy el malo de esta historia, ¡no te jode!
Yo no he querido echar cuentas, pero la décima parte de un billete de doscientos euros, premiado con el gordo, y además multiplicado por ciento sesenta y seis coma seis pesetas, esas son muchas pesetas sean antiguas o no. Antes si que me salía a mí bien las cuentas, pero desde que regularon mi empresa, y me regalaron aquella jubilación anticipada, se me ha ido olvidando hasta la fecha de mi nacimiento, luego vino la felicitación de los amigos de lo bien que iba a vivir, lo mucho que iba a viajar, y lo de tiempo que iba a tener para dedicarme a mis cosas, además todavía eres joven para encontrar otro empleo, a mí que tan bien se me daban los números fueran contables o no, si hasta era gracioso.
Pues aquí me tienen, con unos cuernos que tengo señalado hasta el rellano de la escalera cuando doy la vuelta, los amigos tardaron bastante en darme el esquinazo; en cuanto fue pasando el tiempo y el trabajo no aparecía ni por asomo; ni en la peña ni en el bar de la panda, ni el club de la quiniela, cuando a uno le van las cosas mal, todo parece torcerse al mismo tiempo, me cansé de llamar a las puertas y me dejé las uñas de los dedos en el teclado del teléfono. Se ve que apestaba, aunque soy de los que se duchan, no a diario porque hay que mirar por el agua, pero sí que voy a las tiendas que antes eran de veinte duros a buscar gel de baño y desodorante, que uno es pobre pero honrado con la higiene. Tengo dos hijos, o al menos fui padre de ellos, según decía mi mujer, pero cuando les llegó la hora de coger puerta, de su puñetero padre nunca más se acordaron, con la cantidad de pañales que les tuve que cambiar, y la de cuentos que les interpretaba para que cogieran el sueño, pero uno se fue a la mili, se reenganchó en el ejercito, se hizo profesional del caqui, anduvo por esos mundos de Díos, y se ve que se le olvidó escribir porque ¡hasta hoy!, vísperas del sorteo. El otro se casó con una india, se puso una túnica de esas naranjas, y se le cerraron los ojos porque de vez en cuando me cruzaba con él, y parecía un iluminado, por más que lo saludaba y trataba de hacerle ver quien era yo, él a lo suyo: hermano para arriba y hermano para abajo, y venga a darme la tabarra con no sé qué cosas del espíritu. Total que entre uno y otro como para pedirles una ayudita para llegar a fin de mes.

jueves, 29 de enero de 2009

Esa maraña de redes

14 Es curioso, Gon, como los bubles se comunican entre sí mucho mejor que esos otros autores que dominan mejor el arte de la escritura, tal vez sea, Alba, porque se meten tanto en lo que quieren transmitir a través de sus escritos que se olvidan de la persona que hay detrás del escritor, fíjate que hay pocos artículos que no tengan algún que otro comentario y muchos de ellos de bastante calidad literaria, y no será porque no se intenta abrir puertas, ¡que me vas a contar, Gon!, si yo pienso a veces que hemos venido a parar a un inmueble de mudos, que tan sólo saben escribir, pero no hablar, no exageres, Alba, lo que para es que la gente se pierde mucho con tantas páginas a las que atender, no pueden llegar a todas partes y quizás haga falta mucho tiempo para sentar a otro boglero más a su mesa, si, es cierto que hay infinidad de páginas que como te descuides pueden hasta engullirte, porque de una pasas a otra y de otra a otra y así sucesivamente, hasta que llega un momento en que te paras y dices ¿pero bueno, qué tiene que ver esto con lo que a mí me interesaba?, organización Alba, organización, lo intentaremos, Gon, eso forma parte de nuestra tarea.

miércoles, 28 de enero de 2009

Carnavales

13 Comenzaron los Carnavales, de los que mi amigo y compañero Gon es un gran forofo, y por tanto me ha pedido auxilio en su tarea, y yo que no quiero dejarlo tirado, ahí que voy y coloco una nueva entrada en Megustaescribir, donde Antonio, Cornelio, Lilia y nuestro amado jefe se las tienen tiesas para mantener el portal dignamente. No quiero hablar de autoresrecientes que parece poco dado a los comentarios, a pesar de lo interesante que es lo que transmite y que además parece ser que lo tenemos de vecino en la nueva casa como inquilino con antigüedad reconocida, pero que le vamos a hacer, así son las cosas. En Bublelandia todo sigue sobre ruedas, incluso nos ha escrito Guillermo felicitándonos por nuestro trabajo y uniéndose al club de los bubles con una muestra de su arte, del que espero que todos aprendamos algo. Así que Gon, querido amigo y compañero de fatigas, tú disfruta con tus carnavales gaditanos que aquí estoy yo mientras el cuerpo aguante para echarte una mano.

martes, 27 de enero de 2009

Cuentas de Navidad (2)


12 Ahora que casi nadie está pendiente de mí, coloco la segunda parte de "Cuentas de Navidad" y quedo como un rey...

CUENTAS DE NAVIDAD (2)
Viene de Cuentas de Navidad (1)
Eso si, a la ADMINISTRACIÓN con mayúsculas, le debo que pueda seguir tirando, no por la mierda de pensión que me pasa, que me da para la barra de pan y poco más, que ya se ha tenido uno que quitar hasta de los vicios; ya no fumo, me voy a los bares para fumadores, y dejo que se me llene la chaqueta de humo, o a la puerta de los trabajos donde hay mucha gente, un paseito y trago más que cuando estaba enviciado de verdad. Pero a lo que iba, el Estado con sacar tanta cantidad de juegos legales, me ha echado una manilla, mire usted, porque todos los días del año se juega algo, ya no es el caso del día de mañana, que antes era todo un acontecimiento nacional, o cuando acertaba una quiniela de fútbol la señora de ese pueblo dejado de la mano de Dios, medio perdido por entre los montes, y que como no tenía ni idea de eso del balompié, le ponía un uno al que le tenía que poner un dos, y una equis al que le tenía que poner un uno. Ahora no, ahora hay quinielas que te las hace la maquinita, y tu lo único que tienes que hacer es soltar los euros. Así que en ese sentido resulta más fácil mi trabajo, se ve más movimiento de gente, se hacen más colas en la puerta de los establecimientos autorizados y más follón de bolsos, carteras, bolsillos, monederos y refajos. Ahí es donde está la clave de mi éxito. Eso si, la espalda la tengo echa cisco, me identifico con la letra de aquella zarzuela que más o menos venía a decir:”que trabajo nos mando el señor, agacharse y volverse a agachar”.
Ahora bien, si el incauto benefactor se diera cuenta, de que se le ha caído el billete, antes de que le llegue el riego suficiente al cerebro, ya le he pegado el cambiazo, y le he recogido del suelo el billete que pasa a mi bolsillo, y al suyo otro de similares características, pero que ya pasó por la vergüenza de no haberse acercado ni de coña a la pedrea, ¿quién se va a fijar en ese momento si uno es profesional o no? La próxima vez que yo vuelva por ese local, habrá llovido ya lo suficiente, como para que nadie se acuerde de mi jeta.
Así llevo ya no sé cuánto tiempo, y no es que dé para irme todos los veranos a Marbella, pero bueno; da para vivir, porque claro, como dice el cuponero de la esquina, esto de vez en cuando toca, y uno tampoco tiene tantos gastos ¡qué leche! Claro que hoy es un día distinto, esto no me había pasado antes y aquí seguro que hay tomate, si es que alguien no se ha dado cuenta de que al lelo ese se le ha caído el décimo; no he tenido que actuar a todo trapo, para que se me adelanten, tan sólo la molestia de sacarlo del desagüe, pero bueno, por lo menos me he ahorrado tener que convencer a nadie de nada, ni dar cambiazo, ni disimular, aquí seguro que hay un pelotazo de no te menees, porque hay demasiados presagios favorables a mi suerte y todos no iban a estar equivocados ¿no?, con que haya uno que acierte, ya está, me lo llevé, y entonces seguro que me echará cuenta la morena esa de pelo rizado que me trae loco, pero como en el barrio todo se sabe, seguro que más de una – y de uno – le habrá largado que soy un desgraciado, que estoy solo, que no tengo donde caerme vivo y que como de la misericordia.

lunes, 26 de enero de 2009

Mientras tanto

11 ¡Buenos días Gon! ¿Qué tal te ha ido el fin de semana?, tranquilo, no he hecho nada especial, me he limitado a tener en orden los equipos informáticos, pero como no ha habido mucha bulla porque casi todo el mundo se ha ido, me he dedicado a descansar fundamentalmente, ¡Ah!, pues a mí me ha tocado viajar y la verdad es que ha estado un tiempecito, que envidia me daba no estar en tu lugar, ¡si, si! Pero y el aprendizaje, con todo lo que se graba en situaciones así y no bien que viene para luego plasmarlo en el pc,
todo lo que tú quieras, Gon, pero hacía un frío, ¡ya! Pero y lo bien que tú vas a describir el frío cuando te toque hacerlo, ¡vale, vale, me has convencido!, ¿por cierto Alba? ¿Qué pasa con la segunda parte de “Cuentas de Navidad”, pues que quieres que te cuente, compañero, lo de siempre, que no hay manera de colgar una foto porque el sistema estará haciendo limpieza, o los virus andarán en su tarea, o vete tú a saber, cuando el sistema quiera pondremos la segunda parte ¿y tú?, yo estoy acabando de tomarme un respiro y ya estoy en Bublelandia que me están esperando, ¡Ah, ya!

viernes, 23 de enero de 2009

Cuentas de Navidad (1)

10 Después del mal día que tuvimos ayer por la oficina, hoy se ha presentado Don José y ha dicho que hoy toca; o sea, que si nadie ha respondido al provocador poema del lunes pasado, da igual, esto es así y hay que seguir insistiendo. Así que sin más dilación, me pongo a la tarea de colgar el segundo de los encargos del jefe para esta santa casa:



Cuentas de Navidad (1)

Sevilla, a veintiuno de diciembre de dos mil cinco; o sea, un día antes de que se juegue la lotería.
La lotería, esa cosa prima hermana de la casualidad, porque no me negaran ustedes que tiene mucho de casual, que salgan las cinco bolitas justas que tienen que salir, y además en el mismo orden que el de ese ridículo papel de setenta y siete centímetros cuadrados, con esa grotesca conmemoración del día del inmigrante. Y a mí qué leche me importa el inmigrante, para tener que recordármelo hasta en esa mijita de papel coloreado, y además seguro que será hasta ilegal, el inmigrante, claro, el papel espero que sea legal, después del trabajo que me ha costado agacharme para recogerlo del suelo, que hasta me he tenido que hincar de rodillas, porque el maldito se había metido en la rendija del desagüe, dispuesto a hacerme la puñeta.
En cuanto lo vi volar de la cartera de aquel barbudo, no le perdí ojo en ningún momento, para eso estaba yo allí puesto, espalda con espalda, de la farola, al lado de la frutería, diez pasos más allá de la oficina del bonoloto. Es que no falla, con las prisas, los nervios, las supersticiones y la hora en el culo para llegar a no sé que sitio. ¿Por qué andará siempre la gente correteando como las hormigas de un lado para otro?
Pues eso, lo vi como revoloteaba como si fuera una mariposa por el mes de mayo; suave y lenta fue llegando hasta los almendrados adoquines de la acera, para caer boca abajo – supongo que para llamar menos la atención –, y de milagro sin llegar a tocar ninguno de los excrementos caninos, que en distintos grados de dureza se encontraban en el acerado. Yo como profesional que soy en estos menesteres, seguía junto a mi farola pendiente, eso si, de los ojos de todo ser humano que se encontraba próximo a la escena. ¡Nada!, cada cual estaba en lo que estaba y por fortuna, nadie se había fijado en el vuelo sincronizado de aquel trozo de papel de cinco dígitos, que en breves momentos iba a pasar a mí poder, que para eso uno es lo suficientemente profesional.
De su dueño anterior ya ni me acuerdo de la cara, lo único que le deseo – que uno también tiene su corazoncito – es que no se hubiese fijado en el número del décimo, por lo demás cabreo más o menos. Al fin y al cabo, qué perdía ¿veinte euros? Vaya usted a saber. Lo más seguro es que fuese compartido con la peña, con lo cual a la hora de hacer las cuentas ( seguro que ni sabían que número jugaban ), iban a tocar a una minucia, y a mí, si las bolitas se portan como se tienen que portar, me va a sacar de esta miserable vida de andar de farola en farola, que no sé ya en que administración ponerme, para que nadie desconfíe.
.../... Continúa

jueves, 22 de enero de 2009

Alguien llama a la puerta

9 ¡Por fin, Gon, por fin! Acaba de asomarse una vecina a mi puerta y no me importa que no haya dicho nada, al menos se ha asomado, que tal y como está la cosa, no veas lo contento que me he puesto, y yo que me alegro, Alba, ¿cómo se llama?, pues mira, resulta que es una conocida de aquel Curso que hicimos sobre la escritura creativa ¿lo recuerdas?, creo que si, el de los quinientos euros, ¡ese, ese!, a lo que iba, el otro día le dejé mi tarjeta de visita y…¡eureka! Ya se ha molestado en ver nuestra nueva casa, se llama Inma y vive por aquí cerca, ya te la presentaré cuando consigamos encontrarnos.
Por otra parte, el amigo del jefe –Ale creo que se llama-, que participó en Boomerang ha tenido éxito y parece que ha entrado con buen pié en el sistema, según me contó ayer una de sus musas, esto dio para que se pudiera discutir en la tertulia del miércoles sobre el conflicto en el relato, sobre el decir y el mostrar – que tantos quebraderos de cabeza nos da- y sobre lo difícil que resulta ponerse de acuerdo en la validez o no del uso del lenguaje de forma más o menos académica.
Y mientras tanto el jefe, a lo suyo: ahora nos descubre una nueva página, publicatuslibros, que le ha gustado mucho y que ya mismo nos va a tener metidos en otro lío, a pesar de la reticencia que le tiene a este tipo de editoriales, pero me temo que está sopesando la posibilidad de entrar de lleno en el descubrimiento, así que la perfecta puesta a punto de la nueva casa, va para largo.

miércoles, 21 de enero de 2009

Ahí seguimos

8 Entre las noticias buenas con las que he tropezado últimamente, se encuentra la celebración en Sevilla para mediados de Febrero de todo un festival en torno a la poesía y al que habrá que prestar atención, si es que me lo permite la dedicación a la nueva casa. Gon me dice que, me di ayer un baño de yazz, pero no salí del todo satisfecho, no me terminaron de convencer The Blessing, he visto sesiones mucho más agradable, pues no te quiero ni contar la que me tocó a mí tragarme en el cine con esa película del cartero francés que quiere irse a la Costa Azul y termina en el Norte, ¿según lo que expresas no me parece que te gustara?, tiene un buen comienzo –te partes de risa-, pero aquello comienza a decaer y al final sales del cine preguntándote ¿pero qué he visto?, ¿y cómo se llama la película?, pues ni lo sé, Gon, algo de traslado al Norte o yo que sé, ni me preocupa. Por otra parte me consta que el jefe ha hecho un incursión en una página de publicaciones en la red, pero me da la impresión que no le ha gustado demasiado, no obstante, ya nos dirá algo al respecto, esperándolo estoy. Ha habido también una nueva aportación a megustaescribir, en esta ocasión le ha tocado colocarlo a Gon y yo mientras tanto peleándome con los contadores, con los vecinos y con el panel de herramientas que cada día aparece más desconfigurado, pero que le vamos a hacer, así es la vida.

martes, 20 de enero de 2009

Don José

7 La verdad es que ya no sé con qué carta quedarme, amigo Gon, por más tiempo que le dedico a esta casa no hay manera, pues a mí con Bublelandia me va de maravilla, ya ves conseguí colocar el calendario y ayer colgué un nuevo post, ¡nos has fstidiado!, es que a ti, amigo mío, te ha tocado la parte menos cruel de la tarea, aquello ya funcionaba antes de meternos en otras aventuras, pero es que fíjate como ha quedado de churresco el poema, ¿y por qué le has dado esa forma?, porque es la que tiene, el jefe se empeñó en comenzar con ese, ¡hala! Con el más complicado y como me fallan las herramientas, pues ahí están los resultados, ¿y por qué no lo cambias?, ¿para qué?, pues para que se entienda por lo menos, ¡qué quieres que te diga, bien sabes Gon que eso no depende de mí!, es que Don José es Don José, ¡está bien! Pues para que no todo sea malas noticias, te puedo comentar que estoy haciendo amistades en megustaescribir y hasta los administradores nos han pedido que nos quedemos, que aquello promete, por cierto Alba ¿y los vecinos?, ¡Qué vecinos! Si aún no he conseguido intercambiar ni media palabra con ninguno, habrá que tener paciencia, Alba, habrá que tener paciencia.

lunes, 19 de enero de 2009

Hoy

6 Llegó el primer fin de semana en esta nueva etapa y nos ha servido a todos para dejar por un momento lo cotidiano y centrarnos en otros aspectos de la vida, que también son necesarios. Yo sobre todo para aprender que en lugar de decir: flor, árbol, pájaro, se puede escribir: rododendro, roble, arrendajo. El jefe ha dicho que ya basta de lamentaciones y que colguemos nuestra oferta de la semana, y yo como fiel empleado, le obedezco y ahí pongo lo que hay…





Hoy
junto a la GRAN ventana,
donde el agua c
a
e,
vuelve de nuevo
a fluir
tinta, por mis c i sentidos.
n
c o
Siempre he sabido
que este día existía,
que este momento inmarcesible,
había de alzarse
como corcho de espumoso vino,
s c d
e p r i n o su poético aroma,
a e
por las 32 puntas
de la Rosa.

El silbo
solicita entrar por la cristalera
para estrecharme eufórico
por la buena nueva. Yo,
apenas le dejo una rendija,
para entreoír mejor su
me lo dio so ron ron neo.

Una t e
l e,
enemiga mortal de la pluma,
lanza imágenes a través de
un muro, pretendiendo infil
tr
arse

por mis poros
ter tes
situados en alerta roja. Al nan
ataques de querubines
son difícilmente rechazados.
Las sombras del atardecer
e x t i e n d e n
su mágica placidez
y las primeras luces artificiales,
comienzan a distinguirse
a través de los visillos.
Las máquinas rodantes continúan
incansables
quemando combustible
y un niño con impermeable verde
a o e
ch p t a a lo lejos envuelto
en DESCOMUNAL pompa de jabón.

Mi inte
roir
esa parte, que se sabe que está,
porta las galas adecuadas,
para momento tan sublime
e
g
r
y e
m
e
timido
intentando hacer frente
a la realidad.

viernes, 16 de enero de 2009

Una agradable sorpresa

5 La sorpresa de la jornada nos llegó en el día de ayer por parte de una buble excepcional, Jelens, amiga del jefe, que nos concedió no uno, sino dos premios por la labor que realizamos en esa otra casa, de la que ahora se está ocupando Gon. Esto anima ¡ya me dirán! Por otra parte, tengo que adelantar algo sobre el trabajo poético que estamos elaborando y que a mí tocó dirigir, como en otras ocasiones. Aún no está terminado, pero ya se le ve la punta, por eso me gusta hablar de ello: perfilamos unos treinta poemas, dedicados a la Vall de Boí, en recuerdo de esas vacaciones a las que fuimos invitados por el jefe y que tan bien nos lo pasamos; escrito en rima libre, presenta también algunos sonetos para no olvidarse nunca de las fuentes. Y de momento es todo cuanto puedo decir, no sea que al final me lleve alguna bronca.
Gon está leyendo un libro de Noah Gordon, “El médico” y me dice que, no entiendo como puede el narrador cambiar el tono de relato de repente, ¿qué quieres decir Gon?, pues que refiriéndose a los progenitores del protagonista –que es un niño-, habla de padre y madre y de repente comienza a ponernos papá y mamá, ¿y dónde está el problema?, pues que da la sensación de que hay un cambio de narrador, de que nos habla el protagonista o alguno de sus hermanos, ¿y no crees que puede tratarse de una forma de hablar más tierna, más intima como de penetrar en la piel del niño?, si es así aún no lo he descubierto, pero lo cierto es que en una primera instancia, despista, espérate un poco en el desarrollo de los acontecimientos, a ver que pasa, en eso estoy Alba, es eso estoy.

jueves, 15 de enero de 2009

La tertulia

4 El jefe estuvo ayer hablando con nosotros para darnos un poco de ánimo en estos momentos de incertidumbre en los que andamos inmersos, vino a decirnos que habíamos tenido noticias de los chicos de megustaescribir diciéndonos que aguantemos, que no tiremos la toalla y que dentro de poco todo será distinto. No sé si creerlo –vino a decirme más tarde Gon-, aunque me ha encargado que cuelgue un post relacionado con la naturaleza ¿Cuál crees tú que vendría bien?, ¿cuál hay puesto?, que yo sepa uno sobre el alcornoque, pues cuelga ahora uno sobre el pino, que es un árbol que a mí en particular me gusta mucho. Ahí dejamos la charla y no sé que habrá echo Gon con mi sugerencia, por mi parte llevo unas horas que no paro de encontrarme inconvenientes: las etiquetas se me siguen resistiendo, el contador ¡para que contar! Y de los vecinos, ni la más mínima idea de qué van porque es que entre terminar de preparar la casa, atender al jefe y escuchar a Gon, no me queda un ratito para salir por ahí y entregar algunas tarjetas de visita.
Además ayer tuvimos que asistir a la tertulia semanal donde acaparó la mayor parte del tiempo la conveniencia o no de entrar a saco en Boomerang; hay un compañero que va a probar fortuna, ya veremos lo que nos cuenta. Luego como siempre nos estuvimos ocupando de corregir algunos escritos y dándole vueltas a la forma de escribir de algunas celebridades, que más de una vez nos dejan con la boca abierta y no precisamente por lo interesante de sus propuestas.

miércoles, 14 de enero de 2009

Gon se preocupa

3 ¿Tú crees que vamos a poder con tanta tarea? -me comentaba Gon algo sofocado-, querido compañero, siempre hemos salido de los distintos embolados con los que hemos ido tropezando, así que porqué no vamos a salir de éste –le dije para tranquilizarlo, aunque en el fondo yo veía el presente inmediato algo negro-, ayer sin ir más lejos me encarga que me dé una vuelta por Bublelandia que hace tiempo que la tenemos olvidada –continuó Gon-, y eso no es todo –añadí yo-, sé de buena tinta que está negociando con Boomerang, pues tendrá que aumentar la plantilla –respondió Gon-, eso es lo que yo le he dicho, pero me contesta que somos fuertes y que ya veremos como podemos con eso y más que nos echen, ¡ya! Pero no se trata de trabajo, se trata de que el día tiene las horas que tiene, no se puede ampliar más.
Mientras tanto, la casa sigue revuelta , trato de aclararme con las etiquetas y con ese maldito contador que no consigue registrar bien todo lo que pasa, y ya sabemos por experiencia lo importante que es eso de las visitas. ¡Ahí radica el éxito de la empresa!, me parece oír al jefe con esa cantinela. Comprendo a Gon, pero al fin y al cabo con los bubles nos llevamos bien y por ese rincón secreto, que más bien parece una casa de fantasma como es el megustaescribir, tampoco es necesario grandes esfuerzos, lo malo está en esta nueva vivienda donde aún no sabemos si seremos bien acogidos y en esa otra que nos quiere meter el jefe en la que hay que colaborar de una manera mucho más exigente, así que querido Gon, paciencia porque esto no ha hecho más que comenzar.

martes, 13 de enero de 2009

Aquí estamos

2 Y en las próximas horas pasó que en la oficina no fui capaz de colgar la entrada que tenía prevista – y que me había encargado el jefe, todo hay que decirlo – y no sé si achacárselo al pc, que está cada día peor o al portal de la nueva casa que me permitía ponerle título a mi escrito, pero por el contrario no me daba opción de escribir en el lugar adecuado nada legible, así que me pasé media mañana con el ratón en la mano, abriendo y cerrando ventanas sin aclarar mi situación. Tuve que dejarlo porque había mucha tarea pendiente y en estas vino Gon, he puesto el primer poema de Rula en megustaescribir - me dijo con sarcasmo porque él sabe que esa tarea me correspondía a mi-, comprenderás que con el lío que tenemos en estos días de mudanza –quise decirle-, ¡ah! No te preocupes, lo decía como un comentario sin mala intención.
Ahí lo dejamos. Ya por la tarde pude terminar mi tarea y me dio lugar hasta de colocar una foto del jefe en su lugar adecuado y asomarme un poco por el rellano de la escalera a ver si veía a alguien con quien charlar, pero como el asunto de los idiomas no lo domino demasiado, me quedé un poco descolocado con lo que escuché, veremos si Gon me echa una mano y conseguimos aclararnos un poco. De momento tampoco ha habido ninguna vecina, ni vecino que me haya pedido un poquito de sal, así que seguiré a la expectativa y a quemar horas delante de la pantalla, que es lo mío.

lunes, 12 de enero de 2009

LLegando

1Acabamos de llegar a esta casa y vaya el frío que hace por aquí, no sé si es porque es nuevo el espacio, o porque es verdad que estamos bajo cero, lo cierto es que con tantas cajas por medio, tantas maletas por desembalar y tantas piezas que colocar en su debido sitio, no sé si atinaré con estas primeras letras que van apareciendo en la pantalla del ordenador. Nuestro querido jefe nos ha dicho a Gon y a mí que ahora toca esto y aquí estamos, dispuestos a cumplir como siempre con nuestra obligación, así que en este doce de enero comienza una nueva aventura en la que –como siempre – espero divertirme. Para empezar esto apunta bien, porque el portero de la casa se ha empeñado en decirme que yo, Alba, ya estoy registrado en el inmueble, cuando es la primera vez en mi vida que traspaso el umbral de la puerta. De momento, como el jefe anda algo liado con otros menesteres y de Gon aún no sé nada, estoy yo tomando las decisiones. Ya veremos que pasa en las próximas horas.