lunes, 24 de febrero de 2014

El chicle


380 En pleno auge carnavalero, Gon me tiene la mesa que casi no veo el exterior, en fin Trini, Marisa, Vero, espero que sepáis entenderlo, y por cierto Forbidden ya hablaremos con más tiempo, perdona...

Tiene el pelo lacio de color castaño, recortado sobre los hombros. Luce falda de tablas por encima de las rodillas, calcetines largos de color azul oscuro y zapatos negros. Cuando no fuma mastica chicle sin parar, mientras consume la distancia que separa su portal de la verja del colegio. Siempre va sola, camina de forma garbosa tratando de imitar a las chicas de las pasarelas, sólo que en lugar de lucir delicados modelitos de alta costura, luce una mochila llena de libros que le hacen doblar el cuello hacia un lado, para contrarrestar el peso de la cultura en el hombro contrario. Al dar una calada, baja la mirada, para que se vea su buen gusto en el rimel. A nadie mira a los ojos, pero se sabe observada y eso le basta y le sobra para complacer su ego. Durante el trayecto suele sonarle el móvil dos o tres veces, y puede oírse su cálida voz contestar con firmeza y sin el menor atisbo de rubor. El obrero de casco amarillo tiene agotado el repertorio de frases ocurrentes, y aunque sus compañeros le animan para que no decaiga su ímpetu, ya está pensando bajar a la calle y esperarla a pie de obra, para decirle algunas cosas con más intimidad. En su mano lleva un chicle, con el que piensa conquistarla.
 

lunes, 17 de febrero de 2014

Efímera figura ramificada


379 Trini: “Las apariencias”, por si no lo sabes, es una recopilación de artículos de los años noventa, ¡vale, vale, Gon!, pero ¿se lo recomiendas o no?, claro que sí, Alba, pues eso, ¿hablaste con Amaia y María?, no puede verlas, pero sí a MJ Collado, ¡ah, vale!, en fin, hoy vamos un poco pillados, ya sabes, toca poesía...

 





Adorno seco, imagen atrofiada,
savia punzante de la tierra virgen
que un día cruel rayo te dejó marcada
sin respetar tu natural origen.

Cielo y Tierra eran encrucijada
de cruentas batallas. A Dios afligen
muertes tan innecesarias. Dañada,
perennidad y verdor se exigen

últimos esfuerzos competitivos.
Dislocantes cicatrices de barro
profanan impunemente tu seno.

Los orgánulos que aún continúan vivos
carecen de fe. Semejan cigarro
que lentamente fenece. Veneno.

martes, 11 de febrero de 2014

La vida sigue


378 ¿Qué tal Gon, cómo van esos carnavales?, de momento me tengo que conformar con la vía interné,¿te estarás comiendo las uñas?, no me quejo, Alba, los videos son muy buenos y los estoy disfrutando, yo que me alegro, por cierto ¿has visto a Marina?, hace un rato andaba por ahí, es que le quiero recordar que aunque eso de los arrullos está muy bien, somos Arruillo, que no es lo mismo, ¿me lo dices a mí?, no hombre, no, es por si la ves, ¡ah!, de acuerdo por cierto, Alba, también he saludado a Marisa, Trini, Joao, MaríaJ. Collado y Lou, total: media mañana charlando, que no es eso, quejica, lo que iba a decir que a todos ellos les ha gustado el asunto del alcornoque, ¡ya!, la Naturaleza va mucho con el sentimiento de los poetas, no me lo lleves a esos términos, que no voy por ahí, ¡vale, vale!, mira Gon, tengo un libro que recomendarte: se titula “La chica de Nueva Inglaterra” y está escrito por Sherwood Anderson ¡que pedazo de escritor!, a mí me ha tocado leer a nuestro Muñoz Molina, ¿y qué?, ¿qué de qué?, Gon a veces te pones que no hay quien te aguante ¡qué libro has leído, leñe!, “Las apariencias”, no te sulfures Alba, que se te va a salir el corazón por la boca, ¡ah, hablando de corazón ¿cómo anda D. José?, más contento que unas pascuas: nos tienen en el cuadro de honor de PsP, hemos recibido magníficas críticas por “La carta” en TR y además para finales de mes tendremos una nueva publicación en “El País del Mago", ¿cómo lo ves?, me lo dices y no me lo creo, Alba, ¿y todo eso a pesar de la ausencia del jefe?, a que va a salir a la luz quién es quién en esta casa, no seas malo, Gon, cada cosa en su sitio, el hombre anda de recuperación, pero la cabeza la tiene en su sitio y hoy día no es necesario estar con el látigo en la mano, ¿qué no?, ¡anda, anda!, ya me estás desvariando, mejor lo dejamos ahí.

lunes, 3 de febrero de 2014

El alcornoque


377 Hoy llueve, Gon, y eso es noticia en nuestra tierra, ¿de eso vamos a hablar?, vamos hombre, no seas malaje, era por decir algo, ¡ah!, de acuerdo, al grano: J. Valle y seis mujeres más me dieron recuerdos para D. José, ¿quiénes eran ellas, Gon?, si te empeñas: Trini, Marisa, MJCollado, María, Recomenzar y Lou, le daremos el mensaje, ahora vamos con el aporte de esta semana...

 Aunque es evidente que estamos ante uno de los árboles más significativos de nuestra geografía, vamos a quedarnos en la Sierra de Cádiz, por ser quizás el lugar donde mejor se encuentran conservados en la actualidad, ya que existe un Parque Natural que toma el nombre de esta singular criatura. Quercus suber ( ese es su nombre científico) está proporcionando beneficios al hombre desde muy antiguo y no hablemos ya de los que proporciona a todo cuanto ser viviente decide tenerlo por aliado. Por supuesto que tiene familia: FAGACEAS y fue Linneo quien lo encuadró en el lugar que hoy ocupa en la tabla. Multitud de sierras abarca el PN Los Alcornocales, que se extiende desde El Bosque hasta el mismísimo estrecho de Gibraltar, a la sombra del torreón donde Guzmán El Bueno realizó aquella increíble gesta. Lugar propicio para que se contabilicen hasta dieciocho especies de rapaces y que se formen valles profundos y estrechos: los conocidos como canutos, en los cuales se desarrolla el bosque en galería, subtropicales, reductos de épocas pasadas, donde entre otros encontramos al acebo. Aunque el turismo rural presenta en esta zona características distintas a las de otros lugares menos avanzados, aún se encuentran rincones y personajes que bien merecen un cuadro de honor: la estampa del toro bravo poniéndoselo difícil al sensador de cigüeñas o la nariz aguileña del Gaspi en la estación de Gaucín o el merendero de Villaluenga o la casa de piedra de Cortes, los kilómetros de curvas con alcornoques. Ubrique con el curtido de la piel y Alcalá de los Gazules por su núcleo histórico parecen ser las poblaciones más importantes de este entorno, al que debemos finarnos como primera meta, respeto.
Es tanto el legado que encierran estos montes que tan sólo un acto de locura colectiva justificaría su desaparición. De la importancia del alcornoque como tal nos puede dar idea el hecho de que con el corcho se produce hasta piel, y nos lo podemos encontrar como elemento decorativo en sus más variadas facetas. El 75% de la producción mundial es española. El descorche se lleva a cabo con arreglo a una técnica muy peculiar: las cuadrillas van dirigidas por un capataz; la extracción del corcho la realizan los “hacha”, que suelen actuar por colleras; “los arrecogeores” acompañan a los anteriores y van amontonando las “panas” para que el “rajaó” las prepare para el transporte. La “saca” se realiza mediante caballería que llevan la materia prima al “patio” o cargadero. Por entre el bosque de alcornoques nos encontramos grupos de árboles recién despojados de su preciada cubierta, dando la sensación de ser un grupo de mocitas que salen de paseo luciendo sus medias de domingo de ramos.
El fuego alcanza cada verano cotas de primera plana, demostrándonos el terrible entramado de intereses que figuran tras los incendios forestales; sin embargo si dejamos a la Naturaleza actuar por sus propios medios resulta que esta terrible arma en manos de los hombres es la forma de competir que tienen ciertas plantas menos adaptadas para ganarles terreno a las pirófitas. Lástima que los pirómanos estén empeñados cada año en destrozar todos los planes de lucha contra incendios. Si en sus orígenes el hombre le fue ganando espacios a los bosques para poder cultivar, hoy día va camino, si no lo remediamos a tiempo, de caer en tres consecuencias (entre otras) catastróficas por este continuo devorar árboles: 1) Perdida de la fertilidad del suelo, con lo cual de poco nos va a servir tener donde cultivar. 2) Cambios climáticos el romperse el ciclo del cual forman parte indispensable los árboles y por último el empobrecimiento de la flora y de la fauna, lo que viene a denominarse biodiversidad y que tanto dieron que hablar tras la Conferencia de Río de Janeiro de 1992. Y es que al árbol debemos contemplarlo como algo más que una simple alcancía, debemos saber plantarlos, colaborar en plantaciones, crear viveros, jardines, huertos escolares, debemos atrevernos a presentar denuncias por agresiones sufridas por árboles y demostrarles a nuestras autoridades que las celebraciones forestales conmemorativas están muy bien, pero además hay que castigar a quienes atentan contra la vida de los árboles. De su importancia pueden dar idea estos versos de Leopoldo de Luís:
La tierra reconoce sus raíces
y reconoce el aire azul sus ramas,
las aves su verdor, sus cicatrices
el hacha y el hogar sus rojas llamas.