lunes, 31 de marzo de 2014

La encina


385 Buen día de campo ayer ¿eh, Gon?, no estuvo mal Alba, seguro que Vero, MJ Collado y Trini hubiesen disfrutado, seguro Alba, pues yo tomé café con Priego, Marisa y Marina y también echamos un buen rato, ¡ah!, en fin ¿qué nos traes hoy?,  como la cosa va de campo, te traigo uno de sus árboles más significativos: la encina, estupendo pues...vamos a ello:
 

¿Qué tienes tú negra encina

campesina

…/…

 

Se preguntaba Don Antonio Machado comparando su figura con la de otros árboles y el mismo poeta nos hace ver la enorme expansión geográfica de la vetusta encina, adaptada a nuestra península y a nuestro clima como pocas especies.

La encina (Quercus ilex) de la familia Fagaceas es algo consustancial al paisaje tórrido del sur y así la podemos encontrar en la Sierra Norte de Sevilla ofreciendo su fruto (bellota) al ganado y sus ramas a multitud de especies animales, para que de ella hagan lugar seguro donde sacar adelante sus crías. Alanís, Constantina, El Pedroso, San Nicolás del Puerto, son algunos de los pueblos de la sierra ligados a este árbol y sus vicisitudes. Las hojas de la encina –coriáceas y pinchudas- dan idea de las dificultades del conjunto para encontrar agua suficiente. A base de transpirar agua, energía solar y temperaturas altas, el árbol transforma los materiales terrestres basados en la química del silicio en productos con carbono, de tipo orgánico. Las hojas de los árboles con sus caprichosas formas, coquetean con el carbono ofreciéndole hospedaje, pero a veces las relaciones con los minerales del suelo no son de buena vecindad y ésta termina descomponiéndose en el suelo para entrar de nuevo en el ciclo aunque sea parcialmente; como vivimos de ellos, hemos de hincar el filo del acero en su dura piel. Procuremos que la herida sea producida en sus justos términos: época precisa, ramas adecuadas, daño imprescindible, personal adecuado, directrices oportunas.

Al final ellos siempre nos lo agradecen. La encina –sin que nadie se lo diga- procura crecer rodeada de pinchudas carrascas, protegiéndose así de la visita de los herbívoros. La rentabilidad económica del bosque mediterráneo –del que la encina es su más fiel representante- puede ser elevada si se realiza un aprovechamiento integrado de todos sus recursos: ganadería, caza, corcho, leña y carbón vegetal; en el Plan Forestal Andaluz se contempló repoblaciones con encinas –entre otros árboles- para subsanar la nefasta política de los años sesenta, que nos llenó los campos de ecucaliptos a costa de los milenarios Quercus. Otro tipo de ayudas, de origen comunidad europea, también está consiguiendo llenar de plantaciones, terrenos que antes estaban baldíos. Esperemos que estos planes puedan llegar a buen puerto, y vayamos recobrando nuestros bosques por el bien de toda la comunidad.

En la Odisea podemos ya encontrar referencias a este árbol; así Penélope le dice a Ulises: “No creo que seáis de esos hombres que no conocían a sus antepasados y afirmaban haber nacido de una Encina y una Roca”. De ella se obtiene picón, carbón, bellota para el ganado; tolera el calor, el frío, las sequías prolongadas y las podas más brutales. Se lleva bien con el alcornoque, el madroño, el brezo, el lentisco, las jaras, el cantueso, el águila imperial, el lince, el lagarto corredor, el sapo partero…no nos debemos extrañar, por tanto, que en la Grecia antigua, los vencedores en los juegos nemeos luciesen en su sien una corona de ramas de encina. Puede alcanzar los veinte metros de altura, vivir mil años y dar cobijo a su sombra a mil quinientas ovejas. Del bosque de encinas que cubrían nuestra península, hemos pasado a todo tipo de cultivos: pastizales, pinares o eucaliptales, quedándonos como mal menor la dehesa, forma de convivencia que parece la más idónea para el hombre y el árbol. Confiemos que esto sea así y dejemos de ver desaparecer más ejemplares de la que ha llegado a ser considerada como árbol nacional: la encina.

…/…

con tus ramas sin color

en el campo sin verdor;

con tu tronco ceniciento

sin esbeltez ni altiveza,

con tu vigor sin tormento,

y tu humildad que es firmeza?


lunes, 24 de marzo de 2014

Poco antes de partir


384 Me han dicho que hoy nos traes algo exquisito, ¿quién se ha atrevido a tanto, Alba?, la gente de PsP y de TR, ¿seguro que fueron ellos y no MJCollado, Trini o Priego?, que no Gon, confía en lo que te digo, no metas a nuestras amigas en tus líos, bueno, bueno, lo colgaré de todas formas, así me gusta...

 Habían aprovechado hasta el último rincón del coche, para que no faltara ni un detalle a la hora de pasarlo bien. En veinte minutos estarían en el lugar de cita donde habían quedado con los amigos. El vehículo estaba aparcado ocupando en parte el acerado, porque iban a salir de inmediato, pero al disponerse a utilizar el mando a distancia –mire usted por donde-, éste no responde ni por activa ni por pasiva, y además como se trate de abrir el coche con otros métodos saltaría, el antirrobo y allí se formaría lo nunca visto: lo último es que se asomaran los vecinos o que acudiera la policía; el bochorno sería terrible y la multa de aquí te espero. Así que había que intentar seguir las indicaciones para cuando le fallan las pilas al mando: tres veces se gira la llave en el sentido de las agujas del reloj, y dos en sentido contrario, ¿o era al revés?, ¿o era cuatro veces en un sentido y una en otro? O al contrario. Los veinte minutos se consumen y otros veinte y el sudor se marca en la camisa. Y a la hora y tres minutos después del primer intento, se produce un hecho histórico: la abuela, que se ha quedado en casa, juega a salir de viaje con las llaves de repuesto. El hombre tira del móvil para avisar a los amigos del problemón que tienen encima, se equivoca y marca el teléfono de la abuela; ésta contesta y sin querer presiona el botón de abrir puertas en la llave de repuesto. La mujer toca la empuñadura de la puerta por hacer algo... Y la puerta se abre. ¡Aleluya!. Acababan de inventar el método de apertura de puertas en la distancia. Lo malo es que nunca se enteraron de la autoría del descubrimiento.
 

lunes, 17 de marzo de 2014

Anocheciste





383 Un fin de semana interesante ¿no crees Gon?, el jefe estará contento, Trini y MJ Collado me dieron recuerdos para ti, ¡ah!, se lo agradezco y de paso te diré que J.Valle y María se divirtieron con tus ocurrencias, uno que es así, bueno vamos a lo que vamos, Gon, hoy te regalo un poema...












Anocheciste llorando
porque tu oro ya no era,
el que secaba caprichoso
el sonrosado pómulo de Baco.
El que descosía sonriente
los pespuntes de labios marchitos.
Y tu llanto ascendía
por muslos de ligueros rosas,
carril de dirección única,
olor a colonia defensiva,
espolvoreada
por las esquinas de la habitación.
Entre dientes escupes
cuerpos de mujeres rociadas
de gin semen, luna con cerco;
ahora no alcanzas a llamar
a sus puertas,
quedaste con las nalgas en el suelo
abrazado a la sombra
de un amigo.
Ellos, los de siempre
(portadores de la verdad, de las ansias,
amantes de horas infinitas),
gritan tu nombre.
¡Ay amor!
Yo no quiero ser esclavo
de azulados burdeles. ¿Para qué si no
la luz del Sol broncea figuras
en la arena?
Llega a mi, aderézame silbando
canciones de marineros.
Duérmeme en las doradas
dunas.
Junto al viento.

lunes, 10 de marzo de 2014

El País del Mago


382 Gon parece que la cara del jefe es otra, ¿por qué lo dices, Alba?, porque después de presentar un libro se le alegran las pajaritas, me hablas del cuadernillo “A la sombra de la Encina Gorda”, claro está, hombre, a mí me pasaría igual, y las perspectivas parece que son buenas dentro de esa colección, ya te digo, en fin, a lo que vamos Gon, que te noto hoy como de lunes, déjate de pamplinas y vamos a lo que vamos: me han dicho que tenemos fotos nuevas de Conchi, Javier Couto y Candela Martí ¿los conoces?, pues mira Gon, Conchi se ha dado ha conocer, en realidad es Priego, ¡ah Priego!, pues sí Priego y en cuanto a los otro dos no conozco aún el tono de su voz pero espero que pronto... ¡ya!, ¿y tus carnavales?, ya pasaron Alba, ya pasaron, este año me he dado un festín que no te puedes imaginar, me lo imagino Gon, conociéndote, oye, que lo del pino ha gustado mucho, ¿en que te fundamentas Alba?, pues en que Vero, MJCollado, Trini, María, Marina, Marisa e incluso Priego –recién llegada- han coincidido en la valoración de este tipo de entradas, ¡hombre claro! ¿a quién no le va a gustar defender a los árboles?, pues no te creas, muchacho, que hay cada elemento por ahí suelto ¿o es que no has leído “Cuando los bosque mueren”?, ¡pero qué dices!, no lo voy a leer si lo escribí yo ...¡ja, ja, ja!..., vaya, vaya, era una broma Gon ¿cómo llevas “La reina del Sur”, ¡ofú!, ¿pesado?, es que el Reverte cuando se pone a rellenar página... ¿tú crees que hay mucho relleno?, ¿qué quieres que te diga Alba?, a mí esos libros de tantas páginas es que me a... ¡vale, vale!, no sigas, pues a mí me tocó leer a Caso y su libro “Las casas de los poetas muertos” me ha parecido bastante entretenido, ¿nada más?, nada más Gon, tampoco..., te entiendo, oye Alba ¿y qué me dices del inicio del Taller Literario?, ¿el de La casa de las Sirenas?, ¿cuál va a ser, leche, cuántos talleres hemos iniciado en los últimos meses?, cuida la boca Gon, es que me pones de una le... ¿otra vez?, bien Gon, flojito porque para estas cosas no hay que guardar cola, pero bien para un primer día... ya veremos el próximo ¿oye qué hora es?, las catorce Alba, ¡jolín!, vámonos...

lunes, 3 de marzo de 2014

El pino

381 Bueno Gon, tenemos que empezar dándole la bienvenida a Priego, ¡bienvenida Priego!, y luego a continuación decirle a Trini y Marisaque sobre esa relación entre el obrero y la colegiala no sabemos nada más, eso, eso Alba, y a María felicitarla por lo detallista, y para finalizar a Marina que siga bien, y nos vamos que hay faena...

 

Incluido en la familia de las PINACEAS, forma junto con los abetos y alerces unas doscientas especies de árboles y arbustos distribuidos en diez géneros. Esto nos da una idea de su disparidad y diversidad geográfica, estando condicionada su existencia a las características del terreno. Así nos lo podemos encontrar en la arena de la playa, en el llano y en la montaña a distintos niveles siendo uno de los eternos sufridores de nuestros campos. Luchan contra los indomables vientos de Levante, contra el fuego, contra la arena de Doñana (que los devora) contra los riscos más puntiagudos, contra el hacha. De todo el mundo podemos adivinar su procedencia: Norteamérica (Murria, Coneter, Jefreey, Arizona, Monterrey), Guatemala, México, China, Japón, Calabria, Corea. Aquí en España nos encontramos con el pino carrasco (Pinus halepensis), pino silvestre (Pinus sylvestris), pino rodeno (Pinus pinaster), pino salgareño (Pinus nigra), pino canario (Pinus canariensis), pino piñonero (Pinus pinea). Una inmensa amalgama como podemos observar, que hace rica la diversidad biológica de estos ejemplares siempre verdes y predispuestos a ofrecernos su sombra.


En la provincia de Granada los podemos encontrar ocupando las distintas escalas de altitud, amoldándose al terreno y formando bosques como los de la Sierra de Huetor, donde la naturaleza caliza del terreno ha dado lugar a cuevas como la del Agua, a cuyo acceso en tiempo de nieves habría que catalogar de asignatura obligatoria para la raza humana. Grandes especies de mamíferos, rapaces y reptiles si que lo tienen claro y escogieron en su día estos parajes para llevar a cabo su actividad cotidiana. Viznar, Cogollos–Vega, Alfacar como miradores de la metrópolis nos invitan a una detenida visita.

La familia PINACEAS, es sin duda la familia de coníferas de mayor importancia forestal: económicamente se utiliza en droguería, medicina, industria química, maderera, alimentación y ornamentación. El pino como protector del suelo y de las cuencas hidrográficas representa un importante papel, así como asociado a las quercìneas, el problema surge cuando por intereses económicos suplanta a los árboles autóctonos: la corta de coníferas, el comercio del piñón, la resinación y la leña como todo en la Naturaleza hay que saberlo llevar a sus justos términos.