A la casa le cortaron el
suministro de energía: se llenó de velas; abortaron la llegada de agua a los
grifos: se llenó de cantimploras; la asfixiaron con un cinturón de hombres
policías: se oxigenó con un anillo de hombres pancartas. Y cuando parecían
derrumbarse sus cimientos, que moriría por una hambruna de ideas, llegó un
viento huracanado del hemiciclo de la razón, repartiendo créditos blandos para
que florecieran garbosos los geranios de los balcones.
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jueves, 25 de mayo de 2017
jueves, 18 de mayo de 2017
Aprender a ser
Encuentro con Juan Miguel Batalloso Navas
En el encuentro producido con el orientador educativo,
enclavado en el marco del Club de lectura Alféizar de Camas, no ha podido ser más instructivo desde el
punto y hora en que el autor de Dimensiones de la Orientación Educativa hoy,
editado por Ed. Aljibe, estuvo muy explícito en su intervención y demostró un
conocimiento profundo y claro sobre el motivo de la reunión.
Nos basamos en el capítulo 8 del libro mencionado que bajo
el título de La Educación en el Siglo XXI, Aprender a ser y durante el tiempo
que duró la reunión, estuvimos debatiendo en torno a los puntos planteados, que
habíamos tenido ocasión de conocer previamente, mediante un documento
facilitado a los concurrentes al acto. La educación en su conjunto es un tema
que da no para una reunión sino para innumerables reuniones cuando de verdad se
siente lo que se trae entre manos. Con respecto a lo tratado, quiero hacer las
siguientes puntualizaciones:
La educación tiene que ser un proceso permanente para toda
la vida: Batalloso lo dejó muy claro, es un proceso de constante renovación y
abarca a todos los sectores de la sociedad, no solo a la escuela.
Si el profesorado o
los profesionales de la educación educativa no están inmersos en procesos de
autodesarrollo, de conocimientos de sí mismos, de toma de conciencia de sus
emociones y sentimientos, de expansión de su conciencia, etc, difícilmente
podrán ayudar a nadie, sobre todo porque estos tipos de aprendizaje no son
curriculares sino vitales.
En los aspectos fundamentales del desarrollo, el autor,
plantea una serie de preguntas tales como ¿Porqué
qué pienso lo que pienso?, ¿Qué me sucede?, ¿Quién soy yo realmente?, ¿Cómo
llegar a ser una persona auténtica?, ¿Cuáles son y en qué consisten mis
emociones?, ¿Cómo puedo desarrollar vitalidad y creatividad?, ¿Cuál es el
sentido de mi vida?, ¿Cómo desarrollar valores universales de serenidad, paz,
amor y comprensión? Preguntas que sin duda es más que interesante
plantearse y reflexionar sobre ellas como educadores y sobre todo como
personas.
Basándose en Edgar Morin dice que los seres humanos poseemos una cuádruple condición antropológica,
ecológica, social y espiritual y que por tanto el proceso educativo de aprender
a ser pasa por: Aprender a ser persona, Aprender a ser sensibles y
emocionalmente inteligentes, Aprender a ser feliz y Aprender a desarrollar
nuestra inteligencia espiritual. Yo, desde mi humilde punto de vista,
añado: quién pudiera.
En el apartado Aprender a ser persona subrayo que esta visión global del mundo es la que
dará sentido a la humanidad, puesto que resulta difícil aprender a ser humano en
un mundo carente de humanidad. Esta falta de visión coherente del mundo y de si
mismo es lo que prevalece en el mundo de hoy, constituyendo la base de los
procesos depresivos y de violencia.
En cuanto a la educación en valores, matiza Batalloso, que no puede concebirse una persona sana y
equilibrada que no esté dotada de valores de uno u otro signo, ya que los seres
humanos somos seres dotados de la capacidad de crear valores y de valorar.
En el apartado Aprender a ser creativos, subrayo que una acción es creativa si es capaz de
aportar algo nuevo y de una forma original a la solución de un problema. Esta
actitud implica desarrollar la capacidad de atención, concentración en la
acción, así como nuestra sensibilidad ante situaciones, problemas y
dificultades.
En el apartado Pensar positivamente, destaco que una de las claves de la felicidad reside sin
ninguna duda en nuestra capacidad de pensar positivamente, porque
independientemente de lo que nos aflija, siempre podremos encontrar algo en lo
que apoyarnos para resistir, siempre podremos encontrar algo con lo que
sentirnos orgullosos, agradecidos y beneficiados.
En el apartado de dar y recibir afectos, cariño y amor, no podemos ser felices si no nos sentimos
reconocidos, admirados y queridos por los demás o por aquellas personas a las
que consideramos significativas. Más adelante se abunda en la idea de que si no somos capaces de prestarnos atención a
nosotros mismos, si no somos capaces de gustarnos, sino somos capaces en suma
de ser conscientes de nuestras posibilidades y de nuestras limitaciones,
seremos inevitablemente incapaces de ver en el otro nuestra propia humanidad.
En el apartado
Aprender a desarrollar nuestra inteligencia espiritual, se aclara que la educación espiritual no consiste en
adicionar o dotar al curriculum de conocimientos esotéricos o religiosos, sino
que se trata de animar y estimular en todas las personas su sensibilidad, su
capacidad de admiración y reverencia por todo lo creado y por todo lo vivo, de
fomentar la bondad y la generosidad, de hacernos responsables socialmente explorando
nuevos caminos a través de la creatividad, el arte, la poesía, la literatura,
porque en definitiva la espiritualidad se materializa a través del arte, la
creación, la vida y el amor.
Termina el capítulo apuntando que La verdad, como nos recuerda Krishnamurti es un país sin caminos,
caminos que cada ser humano de forma única y original puede recorrer y
organizar de forma enteramente personal.
Una tarde muy, pero que muy productiva, junto al Club delectura Alféizar.
jueves, 11 de mayo de 2017
Sigo leyendo
El elefante
desaparece / Murakami
Libro de relatos del año 1993 y editado en España en 2016,
cosa que se nota en su contenido, que no en la trascendencia de la obra que me
parece perdurable. El primer relato es “El pájaro que da cuerda y las mujeres
del martes”: Se trata de un monólogo donde un tipo busca un gato perdido para
terminar dormido en un callejón donde sueña con una chica joven. De corte
surrealista está en la línea de las cosas que me gusta leer, porque me hace
pensar y me traslada a otros mundos. El siguiente “Nuevo ataque a la panadería,
además de divertido es del mismo corte y por tanto me encanta su estilo.
“Sueño” es uno de los que más me han gustado: Una mujer que no puede dormir
días y días. Está muy bien narrado y resulta todo muy creíble. Tiene un final
espectacular. “El pequeño monstruo verde” me estuvo recordando todo el rato a
la película Un mostruo viene a verme”. En “Asunto de familia” trata con mucha
delicadeza una relación entre hermanos, estudiantes, fuera de casa y que se
llevan muy bien porque cada uno respeta la liberta del otro. En “La gente de la
televisión” se marca una paranoia más que divertida sobre una persona a la que
instalan una televisión. La soledad, la perdida de la pareja, el desconsuelo
está en el fondo de lo narrado. En “El enanito bailarín” narra como un
trabajador de la fábrica de elefantes tiene un sueño con un enanito que bailaba
en el bosque. Al principio pensé que se trataba de una fábrica de juguetes,
pero no es literal: fábrica de elefantes, así como suena. Y al hilo de lo mismo
se llega al último de los relatos que es “El elefante desaparece”: Un hombre
que contemplaba a un elefante y a su cuidador en las proximidades del zoo, se
entera por la prensa de que han desaparecido, luego viene la particular manera
de Murakami de desarrollar esta historia.
Extenso y sabroso libro.
La comedia humana /
William Saroyan
Un libro que desprende ternura desde la primera página.
Situado en la América
de primeros de siglo narra los pasos de un joven mensajero de telégrafos y un
hermano pequeño de 4 años, que más bien parece tener el doble de edad. Como
telón de fondo está la 2ª Guerra Mundial
y el drama de los jóvenes militares que eran enviados al frente. Los hechos
ocurren en una pequeña localidad “Ithaca” y el hermano pequeño se llama
Ulysses, con lo cual ya no está dando una pista de la analogía que el autor
hace con la obra clásica de Homero. De fácil lectura, presenta algún capítulo
como el de El señor Ara, que resulta algo más extraño puesto que parecen que no
encajen con el contexto general. Los personajes son amables, nada violentos e
incluso la aparición de un joven atracador termina de la manera más
insospechada convencido por el telegrafista mayor de lo malo de su actitud.
Buenos diálogos, la novela en si es puro diálogo.
Desde mis poemas.-
Claudio Rodríguez
La primera vez que me pongo delante de un libro de este
autor, del que tenía ganas de conocer su manera de componer. En esta obra se
recogen sus libros “Don de la ebriedad”, “Conjuros”, “Alianza y condena” y “El
vuelo de la celebración”.La verdad es que ha sido toda una experiencia positiva
porque sus composiciones están hechas de una manera sencilla, comprensible por
el común de los mortales, y los temas tratados giran en torno a su tierra
(Zamora), con multitud de alusiones a la vida del campo en los años de la
posguerra española. A mi me ha dejado un sabor muy dulce. Un poeta del que
espero seguir disfrutando a la medida que vaya leyendo más de él.
Toda una leyenda.-
Claudio Rodríguez //Centro de poesía José Hierro//
Se trata de una selección de poemas del autor, llevada a
cabo por Tacha Romero, y en la que descubro ese otro poeta que no llegué a
descubrir en el libro Desde mis poemas. Aquel me gustó por su sencillez, pero
en esta selección se ve a un poeta maduro, con intensa profundidad en sus
escritos: Siempre la claridad viene del cielo/ es un don: no se halla entre las
cosas. Así arranca esta selección, para seguir desgranando la esencia de la
poesía en páginas posteriores. Como siempre, un libro de poesía entra mejor o
peor según el momento y el lugar elegido para leerlo. En esta ocasión fue en el
salón de mi casa, respirando el aire del atardecer y con ansias infinitas de
conocer a fondo a este poeta zamorano del que tanto había oído hablar. Poco a
poco lo voy consiguiendo.
Buena lectura.
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