jueves, 25 de mayo de 2017

La casa



A la casa le cortaron el suministro de energía: se llenó de velas; abortaron la llegada de agua a los grifos: se llenó de cantimploras; la asfixiaron con un cinturón de hombres policías: se oxigenó con un anillo de hombres pancartas. Y cuando parecían derrumbarse sus cimientos, que moriría por una hambruna de ideas, llegó un viento huracanado del hemiciclo de la razón, repartiendo créditos blandos para que florecieran garbosos los geranios de los balcones.

jueves, 18 de mayo de 2017

Aprender a ser



En el encuentro producido con el orientador educativo, enclavado en el marco del Club de lectura Alféizar de Camas,  no ha podido ser más instructivo desde el punto y hora en que el autor de Dimensiones de la Orientación Educativa hoy, editado por Ed. Aljibe, estuvo muy explícito en su intervención y demostró un conocimiento profundo y claro sobre el motivo de la reunión.
Nos basamos en el capítulo 8 del libro mencionado que bajo el título de La Educación en el Siglo XXI, Aprender a ser y durante el tiempo que duró la reunión, estuvimos debatiendo en torno a los puntos planteados, que habíamos tenido ocasión de conocer previamente, mediante un documento facilitado a los concurrentes al acto. La educación en su conjunto es un tema que da no para una reunión sino para innumerables reuniones cuando de verdad se siente lo que se trae entre manos. Con respecto a lo tratado, quiero hacer las siguientes puntualizaciones:
La educación tiene que ser un proceso permanente para toda la vida: Batalloso lo dejó muy claro, es un proceso de constante renovación y abarca a todos los sectores de la sociedad, no solo a la escuela.
Si el profesorado o los profesionales de la educación educativa no están inmersos en procesos de autodesarrollo, de conocimientos de sí mismos, de toma de conciencia de sus emociones y sentimientos, de expansión de su conciencia, etc, difícilmente podrán ayudar a nadie, sobre todo porque estos tipos de aprendizaje no son curriculares sino vitales.
En los aspectos fundamentales del desarrollo, el autor, plantea una serie de preguntas tales como ¿Porqué qué pienso lo que pienso?, ¿Qué me sucede?, ¿Quién soy yo realmente?, ¿Cómo llegar a ser una persona auténtica?, ¿Cuáles son y en qué consisten mis emociones?, ¿Cómo puedo desarrollar vitalidad y creatividad?, ¿Cuál es el sentido de mi vida?, ¿Cómo desarrollar valores universales de serenidad, paz, amor y comprensión? Preguntas que sin duda es más que interesante plantearse y reflexionar sobre ellas como educadores y sobre todo como personas.
Basándose en Edgar Morin dice que los seres humanos poseemos una cuádruple condición antropológica, ecológica, social y espiritual y que por tanto el proceso educativo de aprender a ser pasa por: Aprender a ser persona, Aprender a ser sensibles y emocionalmente inteligentes, Aprender a ser feliz y Aprender a desarrollar nuestra inteligencia espiritual. Yo, desde mi humilde punto de vista, añado: quién pudiera.
En el apartado Aprender a ser persona subrayo que esta visión global del mundo es la que dará sentido a la humanidad, puesto que resulta difícil aprender a ser humano en un mundo carente de humanidad. Esta falta de visión coherente del mundo y de si mismo es lo que prevalece en el mundo de hoy, constituyendo la base de los procesos depresivos y de violencia.
En cuanto a la educación en valores, matiza Batalloso, que no puede concebirse una persona sana y equilibrada que no esté dotada de valores de uno u otro signo, ya que los seres humanos somos seres dotados de la capacidad de crear valores y de valorar.
En el apartado Aprender a ser creativos, subrayo que una acción es creativa si es capaz de aportar algo nuevo y de una forma original a la solución de un problema. Esta actitud implica desarrollar la capacidad de atención, concentración en la acción, así como nuestra sensibilidad ante situaciones, problemas y dificultades.
En el apartado Pensar positivamente, destaco que una de las claves de la felicidad reside sin ninguna duda en nuestra capacidad de pensar positivamente, porque independientemente de lo que nos aflija, siempre podremos encontrar algo en lo que apoyarnos para resistir, siempre podremos encontrar algo con lo que sentirnos orgullosos, agradecidos y beneficiados.
En el apartado de dar y recibir afectos, cariño y amor, no podemos ser felices si no nos sentimos reconocidos, admirados y queridos por los demás o por aquellas personas a las que consideramos significativas. Más adelante se abunda en la idea de que si no somos capaces de prestarnos atención a nosotros mismos, si no somos capaces de gustarnos, sino somos capaces en suma de ser conscientes de nuestras posibilidades y de nuestras limitaciones, seremos inevitablemente incapaces de ver en el otro nuestra propia humanidad.
En  el apartado Aprender a desarrollar nuestra inteligencia espiritual, se aclara que la educación espiritual no consiste en adicionar o dotar al curriculum de conocimientos esotéricos o religiosos, sino que se trata de animar y estimular en todas las personas su sensibilidad, su capacidad de admiración y reverencia por todo lo creado y por todo lo vivo, de fomentar la bondad y la generosidad, de hacernos responsables socialmente explorando nuevos caminos a través de la creatividad, el arte, la poesía, la literatura, porque en definitiva la espiritualidad se materializa a través del arte, la creación, la vida y el amor.
Termina el capítulo apuntando que La verdad, como nos recuerda Krishnamurti es un país sin caminos, caminos que cada ser humano de forma única y original puede recorrer y organizar de forma enteramente personal.
Una tarde muy, pero que muy productiva, junto al Club delectura Alféizar.

jueves, 11 de mayo de 2017

Sigo leyendo



El elefante desaparece / Murakami
Libro de relatos del año 1993 y editado en España en 2016, cosa que se nota en su contenido, que no en la trascendencia de la obra que me parece perdurable. El primer relato es “El pájaro que da cuerda y las mujeres del martes”: Se trata de un monólogo donde un tipo busca un gato perdido para terminar dormido en un callejón donde sueña con una chica joven. De corte surrealista está en la línea de las cosas que me gusta leer, porque me hace pensar y me traslada a otros mundos. El siguiente “Nuevo ataque a la panadería, además de divertido es del mismo corte y por tanto me encanta su estilo. “Sueño” es uno de los que más me han gustado: Una mujer que no puede dormir días y días. Está muy bien narrado y resulta todo muy creíble. Tiene un final espectacular. “El pequeño monstruo verde” me estuvo recordando todo el rato a la película Un mostruo viene a verme”. En “Asunto de familia” trata con mucha delicadeza una relación entre hermanos, estudiantes, fuera de casa y que se llevan muy bien porque cada uno respeta la liberta del otro. En “La gente de la televisión” se marca una paranoia más que divertida sobre una persona a la que instalan una televisión. La soledad, la perdida de la pareja, el desconsuelo está en el fondo de lo narrado. En “El enanito bailarín” narra como un trabajador de la fábrica de elefantes tiene un sueño con un enanito que bailaba en el bosque. Al principio pensé que se trataba de una fábrica de juguetes, pero no es literal: fábrica de elefantes, así como suena. Y al hilo de lo mismo se llega al último de los relatos que es “El elefante desaparece”: Un hombre que contemplaba a un elefante y a su cuidador en las proximidades del zoo, se entera por la prensa de que han desaparecido, luego viene la particular manera de Murakami de desarrollar esta historia.
Extenso y sabroso libro.


La comedia humana / William Saroyan
Un libro que desprende ternura desde la primera página. Situado en la América de primeros de siglo narra los pasos de un joven mensajero de telégrafos y un hermano pequeño de 4 años, que más bien parece tener el doble de edad. Como telón de fondo está la 2ª  Guerra Mundial y el drama de los jóvenes militares que eran enviados al frente. Los hechos ocurren en una pequeña localidad “Ithaca” y el hermano pequeño se llama Ulysses, con lo cual ya no está dando una pista de la analogía que el autor hace con la obra clásica de Homero. De fácil lectura, presenta algún capítulo como el de El señor Ara, que resulta algo más extraño puesto que parecen que no encajen con el contexto general. Los personajes son amables, nada violentos e incluso la aparición de un joven atracador termina de la manera más insospechada convencido por el telegrafista mayor de lo malo de su actitud. Buenos diálogos, la novela en si es puro diálogo.


Desde mis poemas.- Claudio Rodríguez
La primera vez que me pongo delante de un libro de este autor, del que tenía ganas de conocer su manera de componer. En esta obra se recogen sus libros “Don de la ebriedad”, “Conjuros”, “Alianza y condena” y “El vuelo de la celebración”.La verdad es que ha sido toda una experiencia positiva porque sus composiciones están hechas de una manera sencilla, comprensible por el común de los mortales, y los temas tratados giran en torno a su tierra (Zamora), con multitud de alusiones a la vida del campo en los años de la posguerra española. A mi me ha dejado un sabor muy dulce. Un poeta del que espero seguir disfrutando a la medida que vaya leyendo más de él.
 

Toda una leyenda.- Claudio Rodríguez //Centro de poesía José Hierro//
Se trata de una selección de poemas del autor, llevada a cabo por Tacha Romero, y en la que descubro ese otro poeta que no llegué a descubrir en el libro Desde mis poemas. Aquel me gustó por su sencillez, pero en esta selección se ve a un poeta maduro, con intensa profundidad en sus escritos: Siempre la claridad viene del cielo/ es un don: no se halla entre las cosas. Así arranca esta selección, para seguir desgranando la esencia de la poesía en páginas posteriores. Como siempre, un libro de poesía entra mejor o peor según el momento y el lugar elegido para leerlo. En esta ocasión fue en el salón de mi casa, respirando el aire del atardecer y con ansias infinitas de conocer a fondo a este poeta zamorano del que tanto había oído hablar. Poco a poco lo voy consiguiendo.
Buena lectura.